Linea 144, una herramienta en la lucha contra la violencia machista.

El problema de la violencia machista tiene numerosas formas de ser abordado, y en FRIKA Ropa Linda nos pareció buena idea, a 5 años de aquel histórico «Ni una Menos» , y en un contexto de cuarentena, en el que se ve incrementado este problema, acercar algo de información sobre la Línea 144.

La mayoría de nosotras hemos oído hablar de ella, y tenemos una idea al respecto de que se trata, pero en esta entrevista, quizás descubras cosas que no sabias… Le hemos hecho una entrevista a una persona que trabaja dia a dia tratando de ayudar a personas que están atravesando estas duras circunstancias. Nos acerca información, pero no solo eso sino que además, y principalmente, nos ayuda a saber que hacer si nosotrxs o algunx amigx o conocidx esta atravesando una situación de violencia.

Hola, contanos dónde trabajas y cuál es tu trabajo…

Trabajo en la línea 144 de violencia de género. También atiendo el chat de WhatsApp de la línea 144 (11 2771 6463) que es un canal de asesoramiento lanzado hace un mes que forma parte de la línea 144 y está disponible para personas que por algún motivo no pueden llamar a la línea 144. En este canal de WhatsApp tenemos muchas consultas de mujeres que conviven con el agresor, quien está todo el día dentro de la casa a raíz de la cuarentena, lo que le impide a la mujer hablar con la línea 144 pero tal vez sí chatear para pedir ayuda (y luego borrar el chat por si el agresor les espía el teléfono).

Cuál es la tarea que realizan, cuál es la razón de ser de la línea 144?

Brindamos contención, asesoramiento en casos de violencia de género contra las mujeres y colectivo LGBTIQ+. Trabajamos en el marco de la ley 26485 que es la ley de Protección Integral Para Prevenir, Sancionar, Erradicar la Violencia Contra las Mujeres. Pero también atendemos casos de violencia contra personas del colectivo LGBTIQ+.

Consideras que reciben todo el apoyo del estado que se requiere?

Desde el estado, actualmente se hace mucho pero siempre queda mucho por hacer. Se han realizado muchos programas de ayuda, fortalecido instituciones estatales y ONGs dedicadas a ayudar, acompañar, asesorar y dar contención psicológica en muchísimas ciudades y barrios de todo el país, entre otras. La ley 26485 que fue sancionada en 2009 y es una ley avanzada.

En caso de ser negativo, que es lo que pensas que podría mejorar…

Pero es verdad que falta mucho todavía. En un país donde hay un promedio de un femicidio cada 28hs, donde el acceso al trabajo y a un salario digno son bien diferentes para hombres y mujeres, el estado tiene mucho para hacer. El estado es un entramado de varios actores: es el poder ejecutivo y el Ministerio de mujeres, géneros y diversidad, pero también es la policía, lxs jueces y fiscales que son quienes, en última instancia, deciden dar una medida de prohibición de acercamiento, exclusión del hogar o detención del agresor que en definitiva permitirá pensar una salida de la violencia. Pero si pensamos que en esta semana que acaba de terminar, un fiscal de Chubut le redujo la pena a un grupo de varones hijos del poder que violaron en manada a una chica de 16 años justificando que los varones la violaron por “desahogo sexual” y, por otro lado, que también esta semana la policía de Chaco, asaltó a una comunidad qom y abusó sexualmente de dos chicas adolescentes, las rociaron con alcohol y amenazaron con prenderlas fuego, evidentemente hay que cambiar muchas cosas en nuestras instituciones. También, el que aún no contemos con una ley adecuada que garantice el aborto legal, seguro y gratuito a las mujeres argentinas habla de que podemos tener una ley muy avanzada como la 26485 pero hay sectores que plantean un fuerte obstáculo a la hora de garantizar el acceso a los derechos de las mujeres hoy en día en el país.
Por otro lado, el estado lo conformamos todos y todas, nosotrxs somos el estado. Y el ponerle freno a la violencia machista también está de nuestro lado. Cuando escuchamos o vemos una “pelea de pareja” y dejamos de verla simplemente como un conflicto que “es algo privado de ellos y ellos lo tienen que solucionar solos” . Cuando empezamos a ver que en una pareja varón-mujer hay una diferencia donde el hombre tiene mayor poder dentro de su comunidad que la mujer y que la mujer, por sí sola, le cuesta muchísimo salir de la situación de poder y de violencia que ejerce el hombre. Ahí nos comenzamos a posicionar en un lugar de poder entender la violencia de género y ayudar a la mujer. Empezamos a entender que si, por ejemplo a una mujer le cuesta salir de la situación de violencia, denunciar y separarse del violento, no es porque no quiera sino porque no puede, o puede pero le es muy difícil, porque como sociedad hemos sido cómplices de darle más poder al varón (poder económico y legal pero por sobre todo fáctico y ligado a nuestras costumbres y creencias compartidas).
Los géneros son distintos porque socialmente les ha sido dado distinto acceso al poder, desde chiquitos, eso es lo injusto y debe cambiar. Es injusto y mata. A veces mata, por decirlo de alguna manera, de forma más rápida y ruidosamente como un femicidio pero muchas veces mata de forma menos ruidosa y lenta como la violencia psicológica que se ejerce durante años.

Desde que entraste a trabajar notaste algún cambio? se reciben más llamadas? Menos?

Siempre hubo muchísimas llamadas y la línea a veces se colapsa fácilmente porque hay llamados que duran 10 minutos y otros llamados que duran 50 minutos o más aun cuando se hacen intervenciones. Yo puntualmente ingresé a mediados de 2015 después de ese Ni una Menos histórico de la plaza llena y que se dio en ochenta ciudades del país en repudio al femicidio Chiara Páez de 14 años. Desde ese día siempre tuvimos muchísimas llamadas, sobre todo en fechas cercanas a marchas de Ni una Menos, o del 8 de Marzo, también cerca del 25 de Noviembre. Además, tenemos muchos picos de llamadas cuando lamentablemente hay algún femicidio y hay más mención de la línea 144 por parte de los medios masivos de comunicación y eso, desafortunadamente, sucede muy seguido.

Articulan con ONG’s o algunas entidades que trabajen en apoyo de mujeres en situación de vulnerabilidad?

Articulamos con ONGs pero principalmente con instituciones municipales y provinciales de todo el país: las llamadas “Área mujer” (o Centro Integral de la mujer (CIM) en CABA) que cuentan con psicologx, abogadx y trabajadorx social y brindan contención, asesoramiento, acompañamiento a mujeres que sufren violencia, de forma gratuita. También con el Servicio de Niñez de cada municipio. También articulamos con juzgados, fiscalías, comisarías y comisarías de la mujer hospitales entre otras instituciones para el seguimiento de casos y garantizar el acceso a derechos esas instituciones.

Hay algún dato al respecto de si se dan más o menos estás situaciones dependiendo de la situación socio-economica?

Es un prejuicio muy presente, pero la verdad es que la violencia machista se da en igual magnitud todos los niveles socio-económicos, así como en todos los niveles socio-culturales. Sí se observa un diferente acceso a recursos que ayuden a garantizar derechos de las mujeres según niveles socio-económicos. Se hace muy difícil hacer la denuncia si la mujer no tiene plata para viajar a la comisaria de la mujer o no tiene con quien dejar sus hijxs para ir a la comisaria o juzgado. Tampoco es probable que vaya a funcionar una medida judicial de prohibición de acercamiento si la mujer ni siquiera tiene cerradura porque el agresor se la rompió y no tiene dinero para cambiarla ya hacer segura la casa para que él no ingrese. También está la dependencia económica del agresor que, si bien tiene un peso muy fuerte en todos los niveles socio-económicos, en niveles más vulnerables afecta en mayor grado.

Cómo podemos identificar si estamos ante una situación de violencia , teniendo en cuenta que no hablamos solo de violencia física…

Además de la violencia física, podemos identificar violencia psicológica (insultos, descalificaciones, celos -recordemos que los celos no tienen nada que ver con el amor y es mentira que “un poquito de celos está bien”- gritos, amenazas, censura de opinión, publicación de imágenes íntimas, etc.), sexual (obligar a tener relaciones incluso dentro de una pareja establecida, acoso sexual físico o verbal, etc), económica (no permitir a la mujer trabajar o dificultarle el acceso al trabajo o el desarrollo de la carrera laboral (por ejemplo bajo la premisa de que “es mejor que se quede cuidando a los nenes”), no pago de los alimentos, salud, vestimenta, escolaridad, transporte, etc de lxs hijxs, o pago fuera de término o en menor cantidad o a cambio de sometimientos por parte de la mujer, etc.) y simbólica (considerar a la mujer con un valor simbólico menor o desprestigiado respecto del varón y la asignación a estereotipos de género).
Como bien podemos pensar, la violencia física, sexual y económica casi siempre vienen acompañadas por algún acto puntual de violencia psicológica. Pero además, la violencia física, sexual y económica siempre generan un sufrimiento subjetivo o psicológico, en la mujer y, por otro lado, siempre dejan ver que, socialmente, hay una diferencia simbólica a favor del varón y en detrimento de la mujer. O sea que la violencia psicológica y simbólica podemos decir que están siempre presente en la violencia física, psicológica, sexual y económica.
Hay innumerables signos y síntomas que denotan violencia pero, solo por enumerar los que se me vienen a la mente ahora: Si una amiga o conocida se muestra incomoda, ansiosa o apurada por irse cuando cada vez que esta el agresor presente, si se muestra muy renuente a hablar de su situación de pareja, si se angustia repentinamente o se la percibe siempre angustiada, o sufre insomnio, pueden ser indicadores de violencia. Esos signos nos invitan a estar atentas y escuchar que le pasa a esta persona. Obviamente si tiene moretones o golpes y no cierra mucho la explicación de cómo se los hizo o si corta la comunicación si viene la pareja o si escuchamos y/o observamos escenas de control, celos, censura del varón hacia la mujer son indicadores bastante inequívocos de violencia machista.

En caso que estemos frente a una mujer que esté atravesando una situación cómo esta, que podemos hacer para ayudar ? Y que No debemos hacer….

Antes que nada escucharla antes de dar consejos. Darle un espacio para que pueda hablar o desplegar lo que le pasa nos solo con palabras sino que la mujer lo va a expresar como puede (llanto, querer escapar y no hablar del tema) y siempre respetando si ella no quiere hablar, siempre respetando los “no” de esa mujer (eso que el agresor no hace…). Existe lo que llamamos el ciclo de la violencia donde hay momentos donde la violencia llega a un extremo donde la mujer pide ayuda pero hay otros momentos en el ciclo en que la violencia se silencia, se tapa, por miedo a represalias del agresor, porque la mujer siente vergüenza, porque el agresor suele culpabilizar de la violencia a la mujer y porque la violencia ejercida durante muchos años tiene el efecto psicológico donde la mujer para protegerse y proteger a sus hijxs empieza a tomar a la violencia como algo natural. En esos casos la mejor forma de ayudar es acompañarla siempre, no dejarla sola, no ofendernos ni frustrarnos ni enojarnos con la mujer si es que ella niega sufrir violencia aún cuando es evidente. Tampoco forzarla a hablar o perseguirla con el tema. Pero tampoco desentendiéndonos sino diciéndole que estamos para ayudarla, desde el amor, desde la sororidad, que sabemos que si ella no quiere hablar, no la vamos a forzar, pero que sabemos que ella sufre violencia y que no hay nada de qué avergonzarse, que cuando ella quiere hablar allí estaremos para escucharla, acompañarla en lo que sea y ayudarla, sin culpabilizarla y de forma confidencial, sin contarle a nadie.
Llegado otro momento, cuando la mujer reconoce que hay violencia y pide ayuda, hay que considerar que tal vez lo que más necesite es, asegurarle la confidencialidad, es decir que no le vamos a contar al agresor lo que ella nos contó, o no lo vamos a denunciar o contar a la familia (al menos hasta que ella no esté de acuerdo). También va a necesitar contención emocional y muy probablemente también asesoramiento legal, sobre sus derechos, sobre violencia machista, sobre el proceso de denuncia y sus posibilidades reales de tomar distancia del agresor bajo la protección de medidas judiciales, sobre cómo salir de la violencia y de circulo vicioso de dependencia emocional y económica que le tendió el agresor. Y esto, y varias cosas más, es lo que hacemos desde la línea 144 así que algunas veces tal vez lo mejor sea invitarla a llamar juntas a la 144 o que llame ella sola si lo prefiere o escriba al WhatsApp de la línea 144 (11 2771 6463) si por algún motivo no puede llamar. En la línea, además de dar contención y asesoramiento integral como te decía recién, trabajamos los obstáculos económicos, facticos y emocionales que le impiden dar al siguiente paso y brindamos ayuda para empoderarse (recordemos que nosotras no “empoderamos” a las mujeres, más bien provocamos que las mujeres “se empoderen ellas mismas”.

Algo que creas importante decir que pueda ayudar a mujeres en situación de violencia?

Nada, que si sufrís violencia por parte de tu pareja sabé que antes que nada no es tu culpa por lo que no hay de qué sentir vergüenza, no estás sola: llama al 144 o escribí al WhatsApp 11 2771 6463 para asesoramiento. Ante una situación de violencia, ponete a salvo y llama al 911. Se puede salir de la violencia, muchas mujeres han salido y vos también podés hacerlo.

4 comentarios en “Linea 144, una herramienta en la lucha contra la violencia machista.”

    1. Gracias,nos pone muy contentxs poder compartir este tipo de información, esperamos que pueda ser un poquito de ayuda para quien lo este necesitando, y además a crear conciencia . Saludos.

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